Una de las cosas que pasa inadvertida en el análisis educativo es la visión de los niños sobre su experiencia en la escuela. Quizás deberíamos prestarles más atención y escuchar qué tienen que decir, pues son ellos los protagonistas de la actividad educativa. Si lo hiciéramos podríamos descubrir puntos de vista que los adultos no llegamos a ver, ni a imaginar, lo cual sería tremendamente enriquecedor para los docentes.
Para poder acercarnos un poco más a esta visión, vamos a analizar el punto de vista que nos cuenta la ponencia "La Escuela desde la experiencia de los alumnos" de José Ignacio Rivas Flores e Ignacio Calderón Almendros.
Para empezar Ana nos cuenta que no recuerda nada especial o estimulador de sus clases, solo la memorización, la lingüística, y la teoría en general. También destaca que solo los niños que podían permitirse ir a clases particulares o a una academia obtenían buenos resultados académicos.
Si los docentes tuviéramos en cuenta esta visión más a menudo, quizás podríamos utilizar herramientas o metodologías diferentes, para poder llegar a todos los alumnos, o por lo menos a no dejar a ninguno atrás.
Ana comenta que la profesora de física no permitía el debate o la expresión de diferentes puntos de vista, sino que llevaba a cabo una especie de "dictadura", donde solo lo que salía de su boca era lo correcto.
Por desgracia esta filosofía se solía utilizar mucho antes, ahora bastante menos, aunque aún quedan muchos docentes que no permiten a los alumnos rebatir o expresar sus pensamientos con libertad. Esto consigue desmotivar y eliminar cualquier resquicio de ilusión o de sentimiento de participación en los alumnos, lo cual ayuda a aumentar el absentismo escolar, por ejemplo.
Ahora vamos a analizar el punto de vista de otra alumna, Elena. Ella cuenta como Julia, una profesora, utilizaba la violencia tanto física como simbólica, para atemorizar a los alumnos. Aquí vemos un claro abuso de poder. Esto puede suceder por problemas de autoestima en los profesores, por ejemplo. A veces nos ponemos una coraza para no ser dañados, además de tener una actitud "a la defensiva". Es muy importante que los docentes estén atendidos psicológicamente, ya que la docencia es una de las profesiones que más estrés provoca. Por otro lado, el comportamiento de Julia tiene gran origen sociocultural, pues en décadas anteriores se veía "normal" esta imposición de poder.
Por último, Ana comenta que recuerda con cariño a su tutora, la cual llegó a convertirse en una especia de "amiga" para los alumnos. Cuenta que sus clases de Ciencias Naturales eran tremendamente reveladoras. Probablemente esta profesora quería generar un modelo de ciudadano, con unos valores claros y por tanto recordados por los alumnos. Muchas veces se nos quedan las vivencias que los profesores cuentan en clase, más allá de la teoría que vemos con ellos. Ana comenta que también la recuerdan por su dureza y exigencia, pero al contrario que a Julia, a esta profesora no se la recuerda porque provocara temor, si no por la firmeza y autoridad dirigida con amor.
Como podemos observar, se pueden sacar valiosas conclusiones del punto de vista de los alumnos. Esto puede ayudar a los docentes a modificar sus estrategias, a intentar conectar con sus alumnos, adecuándose a sus necesidades, dándoles la medida justa de exigencia y de cariño, el reto más grande en la actividad docente.
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